La victoria de Esteban Ocon en el gran premio de Hungría resulto un éxito con aroma francés. Hacía mucho tiempo que un piloto francés no lograba una victoria pilotando un monoplaza francés.

Este sueño de una victoria francesa con un auto francés fue la que impulsa primero a Ligier a tomar la posta y los motores dejados por la Matra y luego a la Renault. Ambos tienen el mismo objetivo, ganar en la máxima categoría con un conjunto todo francés.

Suecia 1977

En el viejo circuito de Anderstop, Suecia, los viejos sueños de gloria se coronan. En una carrera donde todo parece estar del lado del italoamericano Mario Andretti, su Lotus necesita una breve detención en boxes a cuatro vueltas del final. Es en ese momento que Jacques Lafitte ve que su momento de gloria llega. Por vez primera, a todo un conjunto francés integrado por piloto, auto y motor se coronan ganadores. Francia vive su primer gran momento de júbilo ese 19 de junio de 1977.  

De esa fecha histórica al 16 de julio pasan solo 27 días. 27 días para que Mario Andretti cobre su venganza en forma de victoria en la casa de Ligier y que Francia redoble su apuesta con la aparición del Renault Turbo. El RS01, o la “tetera amarilla” nace con todos los dolores de cabeza y desafíos de quien trata algo nuevo. Roturas y tozuda paciencia y trabajo los llevarán a buen puerto. Año y medio después, Ligier se encarama a la lucha por el titulo con un auto que pierde algo del aroma todo francés. Su motor es el legendario Cosworth. Renault sigue con su norte hasta que llega el gran premio de Francia.

Francia 1979

El gran premio de Francia de 1979 resulta la coronación de los esfuerzos y horas de desvelo del Rombo. El 1 de julio de ese año, Jean Pierre lleva a la victoria, En una carrera en donde el Renault  #15 quiebra el liderazgo de la Ferrari 312 #12 en el giro 45, el conjunto todo francés – piloto, automóvil, motor y hasta neumáticos – ascienden al Olimpo del podio y marcan el camino de la nueva Fórmula 1.  Para completar la gloriosa jornada, Rene Arnoux (Renault #16) llega en tercer lugar, en franca porfía con Gilles Villenueve (Ferrari #12).

Sin embargo, las victorias se hacen esperar. Los turbos pagan el precio a la fragilidad y a la audacia de dar nacimiento a una nueva tecnología. Es por eso que deberán esperar mas de medio año por la segunda victoria.

Con aroma francés

Los 73 grandes premios

Este es el numero en donde cada clasificación y carrera se viven con aroma francés. Esa es la cantidad de competencias desde la primera victoria del Renault turbo en manos de Jabouille y la última, cortesía de Alain Prost.  De estos 73 grandes premios, Prost contribuye con 9 éxitos. Al pequeño francés le siguen Rene Arnoux con 4, mientras que Jabouille solo contribuye con 2. Esto se debe a la ya mencionada falta de confiabilidad y al accidente que sufriese en Canadá 1980. La empresa francesa alcanza el 20,5% de los triunfos en ese período.

Renault se retira de la Formula 1 por vez primera al culminar el gran premio de Australia de 1985, sin haber alcanzado el sueño del título en ninguno de los dos campeonatos, el de pilotos ni en el de constructores.

Panis saca pleno en Mónaco 1996

Ligier vuelve a quedar sola. Sin el potencial de otros tiempos, las victorias cada vez son mas lejanas. Para 1995, Guy confía en el prometedor Oliver Panis. Oliver es un buen piloto, pero solo puede alcanzar lo que el medio mecánico le permite.  Solo puede soñar en ganar su primer gran premio.

Los sueños, que rara vez se cumplen, se hacen realidad en la ruleta de Mónaco. En una alocada carrera, en donde los toques, colisiones, pista resbaladiza y mucho de azar, Oliver Panis cruza la meta antes que todos. Su victoria sobre la Costa Azul llega con un profundo aroma francés. La tricolor y la Marsellesa vuelven a sonar como en los tiempos de Alain Prost.

Sin embargo, es solo un golpe de suerte. Ligier pasaría a manos de Alain Prost antes de desaparecer y Panis se alistaría en BAR para culminar su extensa carrera en Toyota.

Con aroma francés

Renault retorna por vez primera

Del 2002 al 2011 Renault vuelve. Pero no hay pilotos franceses al volante. El piloto insignia es Fernando Alonso, bicampeón en los años 2005 y 2006. También conducen, entre otros, Jarno Trulli Giancarlo Fisichella, Nelson Piquet Jr y Robert Kubica. España, Italia, Brasil y Polonia están representadas, pero no Francia. Mas allá de los éxitos del asturiano, solo se logran 3 victoria mas (2 para Giancarlo y una para Jarno).

Esto lleva al segundo retiro de Renault de la F1.

La metamorfosis

Renault vuelve por segunda vez para 2016. La era turbo hibrida le abre nuevas posibilidades. Ese año los pilotos son el dinamarqués Kevin Magnussen y  el inglés Joylon Palmer. Un joven francés ya se muestra como piloto de prueba, Esteban Ocón.

Sin posibilidad de alcanzar una butaca el Renault, Esteban busca su destino en otros equipos.  Ficha por Force India/Racing Point donde tiene una encarnizada lucha con Checo Peréz.

Renault sigue probando con Nico Hulkenberg, Joylon Palmer, Carlos Sainz Jr y Daniel Ricciardo. La victoria no llega.

Para el año 2021, Renault sufre una metamorfosis. Cambia su nombre por Alpine y vuelve a recibir a Fernando Alonso. A su lado continua un viejo nuevo conocido, Esteban Ocón. Es justamente en nacido en Evreux, quien vuelve a llevar un auto francés a la victoria.

Con aroma francés

Con aroma francés

El gran premio de Hungría de 2021 culmina con un intenso aroma francés. La marsellesa vuelve a sonar en el podio y el joven devuelve una alegría a todos sus connacionales. La imagen de un francés conduciendo un auto francés, e impulsado por un motor francés se repite otra vez. Como hace 44 años y 43 días, cuando en el viejo Anderstop, Jacques Lafitte, Ligier y la idea del todo francés se recibían de ganadores.

Bonus track: Cuando Panis hacia suyo el Mónaco ’96, Ocón todavía no había nacido. Llegaría a este mundo cuatro meses después.

 

Imágenes: Red Bull – FIA F1 – DPPI/Bovy