La F1 es un deporte apasionante que puede depararnos sorpresas de diversa índole, y, tal y como hemos ido comentando durante el fin de semana, el rendimiento y ritmo de Ferrari les ponían en todas las apuestas como caballo ganador, y , nada más lejos de la realidad.

Pole de Sebastian Vettel con una sublime vuelta final, la cual ha sido bautizada por su ingeniero como lion lap –vuelta de león-, y no es para menos, ya que, tras la intentona fallida y la disolución del party mode de Hamilton, todas las miradas estaban puestas en Raikkonen, dominador durante la mayoría del fin de semana, pero ha sido el alemán quien se ha llevado el gato al agua con una muy buena vuelta final.

Si la sorpresa mayúscula en Oceanía fue Haas, hoy ha sido Toro Rosso Honda, que, ha logrado colocar a Gasly en 6ª posición – o más bien al revés-, con el registro absoluto en velocidad punta, con un monoplaza muy estable (partirá 5º por la sanción de Hamilton.) Hartley 11º, con la mala, muy mala noticia de un Mclaren bastante lejos de lo esperado, sufriendo mucho para pasar de Q1, con Alonso 13º y Vandoorne 14º. Carlos Sainz ha sido 9º, superado por Ocon (buen rendimiento de Force India), Hülkenberg y Magnussen.

Sin duda clasificación para el recuerdo, de las más igualadas en los últimos tiempos en F1, y eso que no contó con Mad Max, ya que Verstappen cometió un error en Q1 que le hará partir desde la 15ª posición, sin duda un aliciente más para el espectáculo en esta carrera. Quien ha sorprendido también negativamente ha sido Grosjean, que no ha podido superar el corte de Q1, clavando el mismo tiempo de Fernando Alonso, siendo el galo el eliminado por haberlo conseguido con posterioridad.

Mañana a las 17:10 hora española veremos una carrera que trae alicientes morbosos: la posible victoria de Raikkonen 5 años después, el papel de Bottas contra Ferrari, las remontadas de Hamilton y Verstappen y la presumible mejor actuación en ritmo de carrera de los pilotos españoles.

Imagen: Scuderia Ferrari