Informaciones desde Italia apuntan a una mejora de entre 15 y 20 caballos en el nuevo motor en el que está trabajando Ferrari. En Maranello se están ultimando los detalles de una mejora que llegará para el Gran Premio de Canadá, la séptima prueba del mundial.

Tras encabezar la lista de kilometraje en los test post-carrera en Barcelona, los del cavallino demostraron una vez más sus garantías en términos de fiabilidad, algo que esperan que se mantenga para esta nueva especificación de unidad de potencia.

La fiabilidad este año es, si cabe, más crucial que en temporadas anteriores, ya que la normativa se endureció y solo permite la utilización de 3 propulsores por piloto y por año. Si quieren seguir el promedio, deberán llegar a Mónaco con el motor que debutó en Australia, algo que los dos aspirantes al título sí que conseguirán. Räikkönnen, que abandonó en España por un apagón, podrá volver a utilizarlo, aunque es ya el segundo para él.

El Gran Premio que se disputa en el Principado, es el menos exigente con el motor, por lo que todos los equipos tienen fijado la siguiente carrera como la idónea para estrenar sus mejoras, además de que Canadá es favorable a los equipos que montan los motores más potentes de la parrilla.

Pero no será Ferrari el único que enviará mejoras a Montreal, sino que desde las distintas factorías trabajan sin descanso para obtener una mejor fiabilidad y un mejor rendimiento para afrontar toda la parte media del calendario. En Brackey, quieren seguir siendo los mejores, mientras que Honda también espera tener lista una nueva actualización, aunque esto lleve consigo la primera penalización de su piloto, Brendon Hartley, que ya está al límite del reglamento utilizando su tercer MGU-H y su tercer turbocompresor.

El cuarto motorista, Renault, ya experimentó en dichos test con un nuevo MGU-K, el que por desgracia tendrá que esperar por no gozar aún de la fiabilidad suficiente.

 

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