Daniil Kvyat tuvo un ascenso meteórico hacia el primer equipo de Red Bull. En 2013 fue campeón de la GP3 y eso le permitió ascender directamente a la Fórmula 1 en el equipo Toro Rosso. Tras una temporada más que aceptable y el fichaje de Sebastian Vettel por Ferrari, Red Bull decidió ascender a Kvyat a Red Bull para la temporada 2015.

Sin embargo, pese a batir a Ricciardo en la general de pilotos esa temporada, Kvyat no terminó de cuajar en el equipo y, con un Max Verstappen cada vez maravillando más a los altos cargos de Red Bull, los austriacos decidieron intercambiar al ruso por el holandés, con lo que Kvyat tendría que volver de nuevo a Toro Rosso. Una vez allí Kvyat ya no fue capaz de enderezar el rumbo y finalmente fue apeado del equipo italiano en el último tercio de 2017.

Daniil Kvyat, piloto de la Scuderia AlphaTauri

Una vez allí, Kvyat se encontró sin perspectivas de futuro. Sin embargo, un test con Ferrari cambió su mentalidad y le hizo realizar un reset en su mente para ser competitivo:

“Consideré parar completamente tras lo sucedido en 2017, pero el test con Ferrari me hizo abrir los ojos sobre lo que quería hacer en un futuro. Veía que lo que se me da bien sobre todo era conducir un Fórmula 1, con lo que en ningún momento me planteé cambiar de categoría”, asegura Kvyat.

Por otro lado, el ruso asegura que el año en Ferrari supuso un gran aprendizaje para él de cara a un futuro, e incluso fue útil para conseguir alguna de las victorias que se apuntó la Scuderia durante aquel año:

“Obviamente aprendí mucho durante el año en Ferrari. No siempre tienes la ocasión de trabajar con dos campeones del mundo. Pese a todo, también tuve mi papel, ya que en Canadá, por ejemplo, le expliqué a Vettel como trazar una chicane para ganar unas décimas y después esas décimas le valieron la pole y, posteriormente, la victoria”, finaliza el actual piloto de AlphaTauri.

 

Autor del artículo: Daniel Ballarín

Imagen: Toro Rosso