Resta poco más de una semana para que tenga lugar la mítica prueba de las 500 Millas de Indianapolis, Fernando Alonso se halla quemando etapas de su aprendizaje de cara a afrontar una experiencia completamente nueva para él. Tras cubrir los requerimientos en el Rookie Orientation Program (ROP) con mucho éxito, el asturiano ha tenido sus dos primeros días de entrenamiento compartiendo pista con sus próximos rivales y compañeros de equipo inclusive. El rodaje en tráfico, los rebufos y las trazadas variables dependiendo de estas circunstancias es parte fundamental de estas carreras en óvalo. Y es por ello por lo que el piloto español no pierde el tiempo.

El primer día sirvió como primera toma de contacto con una pista más ocupada. Las tandas fueron cortas sin intervenir la degradación, hándicap que irá experimentando a medida que pasen los días. El deterioro de las gomas y la pérdida de agarre producto del rebufo forman parte de la gestión en la misma carrera. El desempeño en aire sucio añade más aliciente a la estrategia, especialmente en los últimos compases de carrera.

La jornada concluyó con el piloto de Mclaren en decimonovena posición con una velocidad de 223,025 m/h (359 km/h) siendo Mario Andretti el más veloz superándole en 3,3 millas por hora. Un día muy positivo a pesar de no poder haber completado al 100% el programa previsto, debiendo trasladarlo al segundo día en el que 117 vueltas al óvalo le sirvieron para seguir acumulando kilómetros, o millas.

En la segunda jornada comenzó a cooperar con sus nuevos compañeros, aspecto muy importante tal y como él mismo describió en Barber. Se trata de relevarse entre ellos por el bien común, ofrecerse como punta de lanza en virtud de rodar con rebufo constante con el fin de aumentar la velocidad media. Las primeras sensaciones no fueron demasiado buenas ya que se debe habituar a este tipo de estrategia, no le resultaba del todo cómodo.

Así finalizó el día, vigésimocuarta posición con 221,029 m/h, para aquellos asiduos al Sistema Internacional son 355,7 km/h, en una sesión comandada por el equipo Penske. Uno de los equipos candidatos a cruzar en las primeras posiciones el Brickyard, con Will Power y  el incombustible Helio Castroneves rompiendo la barrera de las 224 m/h, lo que vienen a ser 361 km/h:

“Lo más difícil será la carrera en sí misma, todo lo que ocurra en una carrera como ésta: correr en tráfico y aprender todos los pequeños trucos para adelantar. Después usar el rendimiento de tu coche en cierto momento de la carrera y por qué. Todas estas pequeñas cosas que únicamente con experiencia y carreras puedas aprender. No tengo esa experiencia ni tanto tiempo, así que sé seré más débil en ciertos aspectos. Necesito aprender tan rápido como pueda en los próximos 10, 12 días”

“Hoy estuve más contento. Me sentí mejor con el coche. Sin duda mucho mejor. Fui capaz de pilotar o empezar a pilotar e coche hoy. Aún hay un largo camino para mí, para trabajar y aprender pero definitivamente sentí algunos buenos pasos hoy”. Declaraba el oventense.

La web oficial del campeonato recogía estas conclusiones. Sensaciones y experiencias que deberá ir utilizando en el tercer día de estos sucesivos test en el Speedway que finalizarán el sábado con la clasificación, que dará acceso al llamado Fast 9. Nueve pilotos el domingo se jugarán la pole position.

 

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Fernando Alonso