Dependiendo de la filosofía de cada equipo, podemos observar las diferentes situaciones y lo que aporta un jefe o en su defecto el fundador de la propia escudería cuando aparecen en un GP.

Por ejemplo, en Ferrari, la tensión se palpa en el ambiente cuando Sergio Marchionne, el presidente del grupo Fiat (que incluye a Ferrari), hace acto de presencia en algún Gran Premio, pese a que aparezca pocas veces a lo largo de la temporada.

Mientras tanto, en el otro extremo se sitúa un equipo como Williams, acostumbrados a que el jefe y fundador, o en su defecto su hija, estén en el box carrera tras carrera. La familia Williams siempre había acompañado al equipo, hasta ahora. Una serie de circunstancias hacen que por unas carreras esto sea imposible.

“Cuando veo cómo ha cambiado mi familia, echo de menos que mis padres ya no estén en los circuitos. Crecí aquí y recuerdo que mi madre y mi padre estaban siempre ahí y ahora ya no. Sólo estoy yo” reconoce Claire Williams, que a partir del próximo GP de Singapur tampoco estará en el box debido a su próxima maternidad. Tampoco estará su padre, que pese a estar “bien de salud”, su tetraplejia le hace muy difícil estar cerca de lo que tanto le gusta: “Está obsesionado con los deportes del motor. Toda su vida siempre fue y es la Fórmula 1. Es una pena que no pueda viajar ya, pero aún lo disfruta tanto como el primer día”, dice Claire.

No está siendo la temporada soñada para los de Grove, que ya se centran más en el desarrollo de cara a 2018, eso sí, con la falta de algún ‘Williams’ en el paddock.

 

Autor del artículo: Jorge Solana/@jorgeqeaf1

Foto: Fórmula RD