El piloto monegasco espera que la Fórmula 1 encuentre un equilibrio entre el peso y la carga aerodinámica de los monoplazas para 2026.

Los coches de Fórmula 1 han sufrido grandes modificaciones a lo largo de la historia. Una de las características que más ha cambiado en los últimos años es el peso de los monoplazas, un tema que cada vez es más impopular dentro del paddock. El peso mínimo de este año es de 798 kg, lo que significa que los coches actuales pesan 200 kg más que hace 15 años.

Mohammed Ben Sulayem – presidente de la FIA – tiene muy presente este tema, tanto que es un aspecto clave a tratar de cara al próximo reglamento, es decir, el que debería entrar en vigor en 2026. Sin embargo, la mayoría de equipos consideran que la F1 haría bien en mantener el peso de los coches en un nivel parecido tras la propuesta de la división 50/50 entre la potencia de los motores V6 y la potencia eléctrica.

Charles Leclerc – piloto de Ferrari – coincide con sus compañeros, puesto que tiene el deseo de que se pueda reducir el peso de los coches, pero manteniendo los “impresionantes” niveles de carga aerodinámica de los coches de esta temporada.

“Llegué en 2018 y los coches ya eran bastante pesados. Piloté un coche de 2004 en Abu Dhabi con 50 kilos de combustible y definitivamente puedes notar las diferencias con los coches de ahora. No me gustan los monoplazas pesados. Creo que en la agilidad del coche y también en las curvas lentas, ahora sí que se nota el peso”, afirmó Leclerc.

“Pero tengo que decir que lo que estamos experimentando en media y alta velocidad con la carga aerodinámica que tenemos ahora es increíble comparado con hace 12 o 13 años. Así que creo que hay que encontrar un equilibrio. No me gustaría que aumentase el peso que tenemos ahora, eso está claro. Pero ir muy ligero también compromete la aerodinámica que tenemos porque el coche es enorme, y eso también genera mucha más aerodinámica si lo comparamos con lo que pasaba hace 12 años”, añadió el monegasco.

El piloto de Ferrari también ha hablado sobre el efecto suelo, pues asegura que los monoplazas actuales son más “impredecibles” de pilotar, aunque cree que los equipos encontrarán mejoras a medida que el reglamento vaya cambiando. “Se pilotan de una manera muy diferente en comparación con la última era. En los últimos 10 o 15 años, los coches se conducían más o menos de la misma forma. Ahora es una filosofía muy diferente“.

“Para todos los equipos, todavía es una filosofía muy nueva. Sólo ha pasado un año y medio, así que todavía hay mucho margen para mejorar. Además, ahora los monoplazas son mucho más sensibles a todos los cambios que haces. Y puede pasar de ser muy bueno a ser muy malo por un cambio que realmente es muy pequeño. Eso hace que las cosas sean un poco más impredecibles“, explicó el piloto de la escudería de Maranello.

La FIA y la F1 comparten los mismos deseos

Ben Sulayem aseguró que la FIA y la Fórmula 1 tienen la misma intención de que los coches sean menos pesados. “Lo estamos estudiando. Es factible y sería mejor para todos“, afirmó el presidente de la FIA.

“Es el punto principal por el que estamos haciendo esto. Queremos asegurarnos de que conseguimos lo que prometimos, que es una reducción del 80% de las emisiones”.

“Quizá seamos un poco demasiado optimistas. Decimos que nuestro objetivo es una mejora del 80%, que viene en parte gracias a un coche menos pesado, del ICE, de la batería, de la aerodinámica, de menos combustible y demás. Todo ello combinado marca la diferencia. Si se quita uno de la ecuación, posiblemente ya no alcanzaremos nuestro objetivo”, concluyó Sulayem.

 

Autor del artículo: Patricia Ledesma

Imagen: Charles Leclerc