Aunque es la última carrera antes del parón veraniego, el tiempo en Bélgica no es muy estival… El Gran Premio de Bélgica ha comenzado con un viernes pasado por agua, por lo que la lluvia vuelve a ser protagonista en el circuito de Spa-Francorchamps una vez más.

Es la primera vez que se celebra el formato Sprint en Bélgica, por lo que los únicos entrenamientos que hay en todo el fin de semana son más que importantes en un circuito muy rápido, de máxima tensión y, especialmente, con la pista mojada, pues la falta de visibilidad es uno de los factores más cruciales en Spa.

Durante la FP1 ha habido gran disparidad en la elección de neumáticos. Muchos pilotos han optado por las gomas de lluvia extrema, reservando los intermedios para la clasificación. Sin embargo, algunos han montado los neumáticos de la franja verde para comprobar el estado de la pista.

A mitad de la sesión, Logan Sargeant se ha ido recto contra las barreras en Les Combes, generando la primera bandera roja del fin de semana. Tras la reanudación de la sesión, la lluvia se ha ido intensificando más y más. Pocos minutos antes de concluir la sesión de libres, varios pilotos han salido a pista (Red Bull, Aston Martin, Ferrari, entre otros).

La lluvia ha sido la culpable de que los pilotos no estuvieran el tiempo suficiente en pista para comprobar el estado de sus monoplazas, por lo que han recogido poca información para la clasificación de esta tarde. Carlos Sainz ha marcado el mejor crono de la FP1, presidiendo una tabla de tiempos bastante atípica en la única sesión de libres del fin de semana.

 

Autor del artículo: Patricia Ledesma

Imagen: F1