Mercedes no tiene problemas en “tirar a la basura” el W14 de este año, pues ya tienen el ojo puesto en el monoplaza para la temporada que viene.

En el Gran Premio de Singapur, Mercedes dio un golpe sobre la mesa. Con una estrategia brillante, George Russell y Lewis Hamilton fueron claros candidatos para llevarse la victoria a casa, aunque finalmente no fue posible. Russell, tras un fallo en la última vuelta, quedó fuera de la carrera, mientras que Hamilton subió al tercer escalón del podio.

El potencial mostrado en Marina Bay ha dejado claro el progreso de la escudería Mercedes tras un duro inicio de temporada. Hace doce meses, el equipo de la estrella plateada decidió cambiar de opinión respecto al desarrollo del W13, apostando por su concepto “sin pontones”, algo que resultó ser una decisión errónea.

El W14 de este año ha ido cogiendo forma después de muchos cambios. Toto Wolff – director de Mercedes F1 – asegura que no hay ninguna duda de que el equipo irá en una dirección totalmente diferente para la próxima temporada, especialmente debido a los datos que están recibiendo sobre el desarrollo del W15 de 2024.

Tiraremos este a la basura cuando sea realmente rápido y entonces nos embarcaremos en un nuevo viaje”, confirmó Wolff. “Creo que tenemos señales motivadoras desde el túnel de un coche más equilibrado, y tenemos respuestas a nuestras preguntas. Así que miramos los resultados con una perspectiva positiva”.

Uno de los problemas de Mercedes esta temporada ha sido enfrentarse a un monoplaza impredecible, tanto en rendimiento como en comportamiento en la pista. Por ello, el jefe de Mercedes afirma que la escudería tiene mucho que aprender del coche actual en lo que queda de temporada 2023, puesto que siguen luchando por ganar, al menos, una carrera. De hecho, llevarán un paquete de mejoras al Gran Premio de Estados Unidos en su intento de lograr una victoria este año.

“Esto sigue siendo para nosotros una caja de sorpresas. Cada aprendizaje que tengamos este año va a ser valioso el año que viene, pero obviamente ya nadie está trabajando en los monoplazas actuales“, indicó el director de Mercedes.

“Creo que el coche sigue siendo tan sensible y difícil de configurar que necesitamos más sesiones para poder llegar a dominarlo. Como [los pilotos] no sabemos lo que va a hacer el coche cuando giramos, es cuestión de ganar confianza poco a poco durante las sesiones. Y cuanto más tiempo corremos, mejor lo hacemos, más podemos afinar las herramientas y eso nos ayuda”, concluyó.

 

Autor del artículo: Patricia Ledesma

Imagen: Mercedes AMG F1