El doble abandono en el Gran Premio de Austria ha tenido consecuencias devastadoras para Mercedes. Sin ser ninguna de ellas irreversibles dada las fechas, ha dejado una situación completamente opuesta a la que se respiraba hace tan solo una semana. Lewis y el equipo pierden sendos lideratos por uno y diez puntos respectivamente; además ha fallado aquello que les ha caracterizado para ser imbatibles: la fiabilidad. La bomba de combustible de Hamilton y el fallo hidráulico de Valtteri Bottas encienden la luz naranja en Brackley:

“Problemas completamente separados, y ninguno de ellos está relacionado de ninguna manera con la introducción de la nueva unidad de potencia”.

amos a tener cambios de piezas que puedan provocarnos sanciones deportivas? Esperamos que no”.

“Creemos que los dos fallos que tuvimos se limitaron a los componentes que fallaron, y ambas cosas se pueden reemplazar sin tener que entrar en las áreas del monoplaza que conllevan penalizaciones deportivas”.

“Sin embargo, y aunque esperamos que no, cada vez que el coche se para de manera no premeditada, donde sucede un fallo y el sistema se apaga de una manera que es inusual, el monoplaza puede sufrir toda clase de gremlins desconocidos”

“No podemos estar completamente seguros hasta que hayamos hecho todas las comprobaciones necesarias para asegurarnos de que las partes del monoplaza que están selladas, y que sí provocan penalizaciones, no se vieron afectadas de ninguna manera por estos abandonos”.

“Así que tenemos trabajo por hacer en este momento para tratar de asegurarnos de no tomar riesgos innecesarios con partes que no estaban relacionadas con lo ocurrido, pero que podrían haber tenido algún daño consecuente con el abandono”.

“Pero no lo creemos, estaremos bien en Silverstone”, explica James Allison a la web Motorsport.

Previamente a los abandonos, Mercedes ya había perdido la carrera por un error estratégico grave, considerando sus efectos posteriores. Fallos que teniendo en cuenta la madurez de un equipo ya más que consolidado y poco habituado a este tipo de equívocos, pusieron los focos y el centro de la polémica sobre ellos. Lloviendo sobre mojado, con el ojo del huracán en Brackley:

“La competición puede ser muy cruel y lo fue con nosotros en Austria”.

“Antes de la carrera en Spielberg, algunos en el paddock me dijeron que iba a ser un primero y segundo fácil ya que tuvimos el coche más rápido”.

“Aunque la clasificación fuera buena, no es hasta el domingo cuando se reparten los puntos”.

“Sin embargo, son los tiempos difíciles los que nos ayudan a crecer individualmente y como equipo, no los buenos”.

“La competición nos enseñó una lección sobre humildad el domingo, incluso cuando tienes el coche más rápido, incluso cuando lideras las primeras 12 vueltas con ambos coches, las cosas se te van muy rápido si cometes errores”.

“Así es la competición en la que estamos, las batallas que adoptamos y aquello que hace este deporte un reto tan fantástico”, cita Wolff.

Son por estos antecendentes por los que Mercedes debe beber para olvidar. Sin que siente precedente, el champán ahogará unas penas que mientras no se alivien pesan como una losa. Aterrizan en un escenario que les ha traído gloria. La casa de la Formula 1 ha visto desde 2014 como Lewis Hamilton compartía Mumm y Chandon para luego darse su ya tan conocido baño de masas con su gente. Cuatro victorias en Silverstone y habiendo mostrado ya su rendimiento en Austria, Mercedes puede encarar esta cita con el optimismo de tener en sus manos una nueva oportunidad para recuperar el lugar que dejaron en el Red Bull Ring:

“Intentamos mostrar la actitud correcta ante la derrota. Tomamos toda la responsabilidad por nuestros errores y los analizaremos para regresar más fuertes con el aprendizaje”.

“Ambos pilotos estuvieron tranquilos y mostraron auténtico liderazgo. Hemos tenido el coche más rápido y fiable en estos años recientes, y ellos nos lo recuerdan”.

“Vamos a Silverstone de vuelta del peor fin de semana que hemos tenido en mucho tiempo”.

“Estamos preparados para dar guerra en casa y volver con un buen resultado, uno que esté a la altura del rendimiento de nuestros pilotos, la pasión de nuestros aficionados y de la marca Mercedes”, sentencia Toto Wolff.

Imagen: Mercedes AMG F1