Es el aniversario del natalicio del ‘Chueco’ de Balcarce y aquí estamos recordando a Juan Manuel Fangio. Mucho se ha escrito y, año tras año, tratamos de darle vuelta y reflotar anécdotas tanto para los aficionados más cercanos a su historia como para los que recién va llegando de todas partes del mundo.

Mi intención, esta vez, es la de brindarles una probadita del arraigo popular que tuvo la figura del Quíntuple. ¿Cómo? Muy sencillo. Si pensamos Argentina + popular + generación que vió nacer a Fangio como figura del automovilismo… las cuentas nos van a dar: Tango.

La música lo consagra antes de su paso por la F1

Considero que la construcción de un ídolo atraviesa varias etapas y lo hemos analizado cuando hablamos de Fangio: héroe e ídolo del automovilismo. La última de esas etapas es cuando el pueblo se apropia de la persona, de sus éxitos y fracasos. Y eso pasó con Fangio. Su figura fue tomada por dos grandes representantes de este género musical en Argentina. Con el Tango y la Marcha Candombe que les voy a compartir, van a observar dos particularidades.

La primera, que Francisco Canaro y Alberto Castillo ya eran consagrados artistas cuando Fangio iba conquistando campeonatos. Tal es así que la Marcha Candombe de Canaro es grabada por primera vez el 26 de octubre de 1950 (mucho antes que Fangio obtuviera su primer campeonato del Mundo en F1) mientras que el Tango que le dedica Alberto Castillo es una grabación de 1949 pero… su letra data de 1940 de la mano de Javier Mazzea. Como pueden ver, lo popular se apropió de Fangio visto su palmarés en el Turismo Carretera, ¡serie de la que fue campeón por primera vez en… 1940!

La segunda, es que raramente se las menciona como documentos históricos. Esta omisión, antes que deliberada, es por desconocimiento ya que han pasado sin pena ni gloria dentro de la extensa trayectoria de estos artistas y no hay -al menos por ahora- entrevista que se le conozca a Fangio donde las mencione.

Aquí, les dejo los audios de ambas canciones:

Anécdotas, que nunca vienen mal

Las palabras del Quíntuple sobre sus autos o carreras no siempre son conocidas, aunque hay retazos que nos permiten ver el conocimiento que tenía de los autos, la lectura que podía hacer de las carreras y, en definitiva, esos detalles que lo hicieron grande.

Su carrera número 140, por ejemplo, es una bisagra. Es la primera que corre con Mercedes Benz luego de haber despreciado a Lancia y sus millones de liras… pero ellos ya tenían a Ascari y Villoresi. Así, luego de la victoria en ese GP de Francia el 4 de julio de 1954, se sincera sobre el cambio de auto:

Personalmente, no me gustaba el auto carenado con sus frenos delanteros -centrados y no sobre las ruedas- ya que acarreaban problemas de calentamiento por estar tras los radiadores. Por otra parte, los grandes guardabarros no me permitían ver dónde colocaba las ruedas delanteras en las curvas. De todos modos, ese día tuve la sensación de que el Campeonato iba a ser mío. Sin embargo, durante la noche en mi habitación me dije ‘cuidado, no cantes victoria antes de tiempo…”

Con su carrera número 177, el GP de Italia el 2 de septiembre de 1956, es recordado por el sabor agridulce de supuestas órdenes de equipo y un casi DNF. Faltando unas diez vueltas para terminar, comenzaba a notar problemas en su rueda delantera derecha. Sin embargo, lo que podía ser un mal ajuste, resultó ser el brazo de dirección quebrado y Fangio logró llegar a boxes apenas con el envión:

Luego Musso se negó a entregarme su auto, que era una posibilidad reglamentaria… Estaba realmente de espectador, cuando Peter Collins llega a boxes para cambiar cubiertas y sin que nadie se lo indique -al verme parado ahí- me ofrece su D50. De la angustia pasé a la emoción. Lo abracé, lo besé y me metí en el auto. No me quedan dudas que la carrera la perdieron Musso y Castellotti. La ganó bien Stirling Moss que logró el Subcampeonato del Mundo…”

Para terminar, una anécdota de Fangio en Suecia. Esta carrera de autos sport fue la número 157 y se desarrolló el 7 de agosto de 1955. Kristianstand era un circuito muy estrecho y con ondulaciones que hacían saltar los autos constantemente (ojo, no hablamos de porpoising) pero ese GP también forma parte de las victorias obtenidas por Juan Manuel Fangio en su carrera deportiva.

La Ferrari 4400 de Castellotti se quedó en la largada, eso facilitó las cosas. Nos alternamos con Stirling en la punta de la carrera; pero ese día, Alfred Neubauer, había decidido por primera y única vez que ganara yo, por eso llegamos juntos. Para esa competencia me sucedió algo curioso. No me di cuenta que mi visa había vencido el 31 de julio y casi no me dejan entrar a Suecia. Felizmente, las autoridades de ese país se movilizaron y me solucionaron el problema…”.

De esta manera recordamos al ‘Chueco’ de Balcarce a 111 años de su natalicio. Para que las nuevas generaciones sigan aprendiendo de la historia de la máxima categoría y de uno de sus imbatibles hasta la era Schumacher.

 

Imágenes: Archivo British Pathé, Museo Fangio de Balcarce

Fuentes: