• Jules Bianchi sufrió un gravísimo accidente en octubre de 2014 en Japón.
  • Permaneció inconsciente nueve meses, hasta su muerte en julio de 2015.
  • Fue el primer piloto que murió en una carrera de Fórmula 1 desde Ayrton Senna en 1994.

El número 17 está y estará siempre asociado a Jules Bianchi en Fórmula 1. El piloto galo, que se estaba empezando a consolidar como una promesa de futuro en el Gran Circo, sufrió un accidente mortal en el Gran Premio de Suzuka 2014 que truncó su brillante y creciente talento.

En un circuito inundado por la lluvia, Bianchi no logró frenar a tiempo en una curva y se estrelló a una velocidad de casi 200 kilómetros por hora contra la grúa que retiraba el monoplaza averiado de Adrian Sutil. Cuando Bianchi se estrelló contra la grúa, esta se levantó y terminó por caerle encima de la cabeza, provocándole una lesión cerebral muy grave.

Las adversas condiciones meteorológicas no permitieron trasladarle en helicóptero al hospital. Por lo que la demora no ayudó a la hora de intentar salvarle la vida. Con la carrera ya suspendida, y tras ser operado de urgencia, los médicos informaron de que Bianchi sufría una lesión axonal difusa. Esta lesión es de una inmensa gravedad, puesto que solo un 10% de quienes la padecen llegan a despertar tras quedar inconscientes.

No fue el caso de Bianchi, quien, desgraciadamente, pasó nueve meses en el hospital sin lograr el progreso adecuado. La esperanza se desvaneció con el paso de tiempo, y fue su propio padre quien, el 13 de julio de 2015, afirmó en una entrevista a la radio France Info que la situación era desesperante para la familia: “Para mí es más terrible que si se hubiera muerto porque no podemos ayudarle más allá de lo que está en nuestras manos”.

Cuatro días después de aquella entrevista, Jules Bianchi terminó falleciendo, con tan solo 25 años.

UN DRAMA NO VISTO EN 21 AÑOS

En la mañana del 17 de julio de 2015, cuando se anunció la muerte de Jules Bianchi, la Fórmula 1 se tiñó de luto. Casualidades de la vida, murió un día idéntico al de su dorsal: el 17. Como homenaje, la FIA anunció que nadie más podría llevar ese número en el Gran Circo. Dado que aquella temporada fue la primera en la que se permitió a los pilotos escoger dorsales, y Bianchi había optado por el 17.

La muerte de Bianchi fue la primera en una carrera de Fórmula 1 en más de dos décadas; la última vez que ocurrió una desgracia de tal calibre fue en la primavera de 1994, cuando Ayrton Senna perdió la vida en San Marino.

Tras la muerte de Bianchi, la FIA implantó nuevas medidas de seguridad. Tal y como la implantación obligatoria del halo en todos los monoplazas, o la bandera roja en situaciones de lluvia extrema. De cara a evitar futuros accidentes que pudieran costar la vida a los pilotos.

El legado de Bianchi no es uno cualquiera: logró en Mónaco los dos únicos puntos en la historia de su escudería, Marussia, que terminó por desaparecer poco más tarde. La muerte de Bianchi ocurrió dos años después del fallecimiento de María de Villota, quien también sufrió un fatídico accidente en unos entrenamientos libres con Marussia.

Ocho años después, la figura de Bianchi sigue siendo muy querida en el automovilismo y es considerado un referente para los más jóvenes, tal y como demostró a lo largo de su trayectoria en Fórmula 1, y llegando a ser considerado un posible fichaje de Ferrari en temporadas venideras.

CHARLES LECLERC, EL GRAN AMIGO Y AHIJADO DE BIANCHI

Uno de los mejores amigos de Jules Bianchi era el actual piloto de Ferrari Charles Leclerc. De hecho, Bianchi fue el padrino de su buen amigo, quien, desde sus inicios en Fórmula 1, no ha parado de recordarle.

Leclerc ha llegado a contar en alguna ocasión que sus progenitores hablaban sobre lo parecidos que eran ambos, incluso en las carreras: “Nuestros padres siempre bromeaban diciendo que tuvimos carreras muy parecidas”.

Además, el piloto monegasco, una de las grandes estrellas de la nueva generación de la Fórmula 1, no duda de que Bianchi habría sido un gran piloto del Gran Circo si aquel accidente no hubiese truncado su vida: “Había mucho más por venir. Creo que resultados como el de Mónaco cuando estaba en Marussia decían mucho sobre su talento”.

Las propias redes sociales de la competición han querido recordarle hoy como el gran piloto que fue: “Junto a toda la familia de Fórmula 1, recordamos a Jules Bianchi, hoy y todos los días”.

 

Autor del artículo: Enrique Forján

Imagen: F1